sábado, agosto 04, 2007

OSCAR.



Me ha sorprendido que sorprenda esta noticia. Leo en el periódico que en un geriátrico de Estados Unidos vive un gato callejero que fue adoptado hace dos años por los trabajadores del centro. Hasta aquí todo podría ser visto como algo normal pero la noticía llega cuando nos cuentan que este gato visita a los pacientes antes de morir, presiente la muerte un par de horas antes y de este modo las enfermeras pueden avisar a sus familiares para que lleguen a tiempo de despedirse del ser querido. Tiene una labor extraordinaria,sin duda,pero ¿realmente causa sorpresa esto?, quiero decir, es conocida esta faceta en los animales. Puede que el caso de Óscar sea excepcional porque al vivir en un geriátrico donde por ley de vida la muerte es una constante llama la atención, pero que los animales presienten las cosas que van a suceder es algo que yo conocía desde hace años. Empezando por el Tsunami, los animales notaron que se avecinaba una tragedia, también ocurre lo mismo cuando amenaza un terremoto, un huracán o cualquier catástrofe natural...algo notan, puede que noten la muerte. Mi abuelo Fernando tenía un gato, exactamente igual que el que yo tengo ahora, Colás es un homenaje a aquel gato, lo adopté en su recuerdo. El gato de mi abuelo no se separaba de su lado, siempre estaba pegado a él. Tampoco lo hizo cuando mi abuelo murió, seguía fiel a su lado y lloraba a sus pies, daba vueltas alrededor de su cuerpo con un maullido en el que manifestaba su dolor, sabía que mi abuelo se moría antes de que sucediera y también supo que lo peor había ocurrido después. Algo parecido sucedió con un perro del abuelo José, abuelo de Pedro. Cuando murió, este animal vivía literalmente junto a su tumba, de día y de noche, y lloraba. Hasta las cabras saben que va a llover un día antes de que ocurra, aún cuando el día que presienten esto sea muy soleado. Su comportamiento cambia de forma radical, notan lluvia. Supongo que ocurre lo mismo con la muerte de alguien, de algún modo lo saben. Los animales no son tontos, creo que se les infravalora demasiado y lo único que les falta es hablar. En resumen, su percepción del mundo en el que vivimos es mucho más sencilla que la nuestra y también mucho más intuitiva. No obstante, dejo aquí un huequito al gato Óscar gracias al cuál muchas personas han podido coger la mano de su ser querido en el último suspiro y esto nunca se agradece lo suficiente.

2 comentarios:

Perico dijo...

¿Quién te ha contado la historia de José?

Lorena dijo...

Me lo ha contado tú madre pero mejor no te digo el final. Dejémoslo ahí. 1000.